viernes, 5 de marzo de 2021

Mentiras piadosas (cuento meteorológico)

(Diluvia en Buenos Aires)

Estaban tan lejos.
Tiempo atrás se soltaron de la mano y ahora, la certeza de un mar interminable ponía ante sus ojos un continuo ejercicio de distancia.
—Te escribiré cada día que llueva, dijo él, aquel viernes tiznado de nostalgia, suponiendo que la lluvia se pondría ciegamente de su lado. (¿Acaso la lluvia no conspira a favor de los amantes?).
Desde entonces bastaba que cayeran cuatro gotas de frágil desencanto, para qué, papel en mano, le escribiera de brumas y tormentas.
Así llovieron veintisiete domingos en hilera y al imperio porfiado de la lluvia el amor fue un aguacero de palabras.
Una clara mañana como tantas, el jardín se pobló de flores nuevas y al presagio de un sol incandescente se le aguaron los ojos de tristeza.
No llovió más, ni el domingo siguiente ni nunca.
Cada día (con puntual obediencia de tren suizo), buscaba en el confín del horizonte un reguero de nubes cenicientas, un enjambre de truenos, un aval, un cartel, una evidencia.
No fue tal. Octubre terminó por derrotarlo.
Una tarde de verde primavera el latido ruidoso de una carta pareció conjurar el maleficio.
Con apuro de amor desordenado hizo trizas el sobre del correo. El urgente temblor de tres palabras ocupaba el espacio de la hoja:

“Miénteme que llueve”. ©

Publicado en la Revista "Imaginaria" / Marzo 2003.
Contado al aire en el programa de radio "A vos te cuento Buenos Aires", de Roque Vega. Radio UAI
Ilustración: Liniers / "Enriqueta viendo llover"

martes, 15 de septiembre de 2020


Tú que el mundo veías de otro forma,                  
que portabas el sol en la mirada,
descubriendo la luz bajo la sombra
y en lugar de la roca, la montaña.
Que un atisbo de verde era una hoja
remontando la indócil catarata
y bastaba el empeño de una gota
para igualar el mar y la borrasca.
Tú que siempre contabas las estrellas
encumbrada en el viento,
que hacías del amor la primavera.
Donde quiera que estés somos aquellos
que elegimos querernos
en la cumbre del cielo y de la tierra. ©

"Tú" - Del libro de la vida (siempre)
Fue increíble y maravilloso llegar aquí contigo. 
Volveremos a compartir otro cielo.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Arenal

 

La mujer que no duerme conmigo, 
ni trasnocha en mi cama,    
malherida de amor se derrama 
sin aliento, ni dicha ni abrigo. 
En el cuenco nupcial de su ombligo 
ya no crecen jazmín ni retama, 
ni me alumbra su luz ni la llama 
me transporta consigo. 
Soledad del adiós al cuadrado,  
la mujer que no sueña a mi lado 
y me niega caricia y conjura,  
con callada tristeza 
cruzará el arenal de su pieza, 
en la noche sin mí, más oscura. ©                                 

Del Libro “Oceanario” - Recitado en el café Montserrat - Radio UAI - Ilustración: Aykut Aydoğdu

domingo, 13 de septiembre de 2020

Embate

Mujer de pudorosas intenciones,
nereida del Oriente,
en tu boca me vuelco torrentoso
como el río más denso de la tierra.
En vértigo de besos te deshilas
al pairo de mis manos,
lo mismo que la rosa de los vientos
buscando un horizonte inalcanzable.
Y tiemblas al vaivén de un exorcismo
de lágrimas marinas
que tizna el universo de tus ojos.
Mientras cruje la quilla de tu vientre
febril y pasionario
ante el íntimo embate de las olas. ©

Del libro Oceanario.
Recitado en Radio UAI.
Foto: Fabrizia Milla.

sábado, 12 de septiembre de 2020

Indeleble

"Has estado tan lejos y te he tenido tan cerca.
Temo a las distancias. (A. Lanús)

Llevarás en la piel como sellos
de indeleble constancia
el estigma de todos mis besos
arañándote el cuerpo y el alma.
¡Qué agonice mi voz si te miento,
que se rompa la luna del alba
si consigues quitarte del pecho
éste rojo puñal de nostalgia!
¡Qué no habrá quien consiga arrancarlo,

qué no habrá como yo quien te bese,
como yo quien te muerda los labios
con imperio de sangre caliente!
¡Ni tendrás un amor tan amargo
ni tan dulce a la vez como éste! ©

Del libro Llevarás en la piel.

Recitado en el Tortoni, Radio UAI

viernes, 11 de septiembre de 2020

La Lola

I

La Lola pena que pena
como un ramito de espuma,
cante de viento y de bruma,
rumbitas de luna llena.
Un beso de hierbabuena
desde su boca perfuma
y leve como una pluma
se desvanece en la arena.
Negra la tinta del pelo,
lo mismo que un dios en celo
desangelado y cautivo.
Por desnudarla en mi cama
se desangela y derrama
el corazón con que vivo. ©

II

Lola de nadie y tan mía
por esas noches de estío,
su boca en el beso mío
rompe las claras del día.
Voz de insurgente afonía,
rezo campal de rocío,
como las aguas de un río
con aire de bulería.
Lola de viento y hoguera,
puerto sin mar, hechicera
de celestial herejía.
Como una fruta madura
su boca de selva oscura. 
De nadie (nadie), y tan mía. ©

III

A palo seco, la Lola,
gitana como ninguna,
como ninguna tan sola, 
tan sola como la luna.
Rojo temblor de amapola,
morena piel de aceituna,
arrullo de caracola,
herencia de pena bruna.
La Lola, fruto y espina, 
rumor de fiesta taurina
que tiembla cuando me toca.
Zumo de almíbar su beso,
anochecido y espeso,
que se deshace en mi boca. ©

IV

La Lola que se deshoja
como un jazmín ofendido,
desconsolado latido,
herida que la despoja.
Luto de llanto y congoja
que le oscurece el vestido,
igual que un lazo tejido
con hilos de sangre roja.
La Lola, de cantaores,
rubia verbena de flores
de un recio cante gitano.
Azul temblor de rocío,
para abrigarla del frío
con el mantón de mi mano. ©

V

Lola de sombra y conjura,
asistencial alimento,
gajo de miel y tormento
como una fruta madura.
Sacramental quemadura
que atiza mi sentimiento,
con sus amores al viento,
paloma de boca oscura.
Pena de agraz desvarío,
contra la llaga del frío
se alce mi beso en hoguera.
Sirena de un mar lejano, 
que te sostenga mi mano,
para que nada te hiera. ©

Del libro Llevarás en la piel (Año 2000 y tanto) Recitado en el Café Monserrat - Tortoni - Radio UAI

jueves, 10 de septiembre de 2020

Mo (mi)



En Mo te alzas, catalán gigante,
bendito y vertical, canción en vena,
luna nueva de cuarto de menguante,
tizón de luna llena.
Alta cumbre de luz, espiga, almena,
juglar del verso andante,
mensajero sutil de voz cantante,
estrella matinal, pasión morena.
Quijote trashumante
de un cante rumoroso de verbena,
con Sancho y Rocinante.
Silvestre corazón en la colmena,
barquito de papel itinerante,
sobre el mar y la arena. ©

Del libro Oceanario
Recitado en el Café Montserrat y Radio UAI

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Rondadora

Otro día sin ti, cárcel ciega
sin candado ni aldabas,
como un grave rehén a la fuerza
en la fría frontera del alba.
Nadie escribe el dolor en la arena
ni se quita la pena con agua,
dónde fulja tu amor, pronto, cerca,
arderá la esperanza.
Y tendrás otro par de alas nuevas
apretadas de luz a la espalda
como dos atalayas pequeñas;
rondadora mujer de mi alma,
indicando el umbral tu puerta,
advirtiendo, de todas, tu casa. ©

Del Blog "Apenas Penas"
(Adri)

martes, 8 de septiembre de 2020


Tú me pasas, ocurres, me sucedes,
legitimas en ti la maravilla,
surges de la manera más sencilla,
tiemblas, cedes.
Desatas la atadura de las redes,
concedes la simiente y la semilla,
te abalanzas de mar sobre la orilla,
derrumbas las paredes.
Modificas el curso del latido,
impulso compartido
a salvo de egoísmos y de agravios;
irrumpes, sobrevienes
y te obstinas de amor en los andenes
con un beso de luz entre los labios.  ©


Así comienza De diluvios y andenes.
(Para Adri, musa azul de mis versos)

lunes, 7 de septiembre de 2020

"Una Luna había"


Hoy toca cuento (será que es tarde y anochezco niño)

La Luna del cuento “Una Luna había”
lucía modales de luna porfiada,
brillaba de ausencia por la madrugada,
plateaba de día.
Caprichos de niña, antojos, manía, 
crecía en menguante, redonda, morada,
y cuando tocaba luz arrebatada, 
Luna no salía.
El sol indignado llamó al sindicato  
blandiendo en las manos un rojo contrato
de letras en llamas.
—¿Dónde está la Luna?, pregunta impaciente,  
y el ángel del alba, con la voz valiente,
Majestad, responde: Dormida en mi cama” ©

Del libro Oceanario.
De aquellos felices tiempos en la Página Azul de Sabina. Recitad
o en el Café Montserrat y Radio UAI

domingo, 6 de septiembre de 2020

Celeste amor

Voy rondando celestes nebulosas
de callada quietud, lunas errantes,
estrellas vigilantes
en alas de furtivas mariposas.
Planetas de ciudades fabulosas,
océanos de sal, exuberantes,
atlantes
sobre el tallo de las rosas.
Por ver si me regresas de la nada,
paloma en vuelo,
al cielo
de la noche constelada.
Como un astro de luz tiemblo y orbito
en torno de tu amor. Te necesito. ©


Del libro Llevarás en la piel.
Recitado en Radio UAI y Café Tortoni

sábado, 5 de septiembre de 2020

La coleccionista

Colecciona con férrea disciplina
arlequines de rubia cabellera,
agujas de relojes de pulsera,
banderas de la China,
manuales de recetas de cocina,
semillas de alcanfor, besos de cera,
ojales con botones de madera
y lunes de oficina,
aviones de papel y marcos viejos,
hollejos
desasidos de las frutas,
confesiones de amor en los espejos,
astillas y trebejos
y diluvios de gotas diminutas.

Del libro De diluvios y andenes.
Pintura: Sarah Bishop

Recitado en el Tortoni, en la APL y en el café Montserrat

viernes, 4 de septiembre de 2020

Dueles


Dueles ahora
en que pasan las horas
como cuchillas escandalosas
deshojando las rosas 
más amarillas.

Y dueles tanto,
aguacero de un llanto
que eriza el alma de desconsuelo,
lluvia amarga del cielo,
viento y ceniza.

Duele que dueles,
con tesón de Luzbeles,
lágrima espesa del sentimiento,
otoñal desaliento 
de la tristeza.

Desgarradura 
de campal dictadura,
tiempo tirano de despedida.
Llevo toda tu vida
entre las manos. ©

Del libro Llevarás en la piel
Imagen: Antoine Josse
Recitado en el café Montserrat

jueves, 3 de septiembre de 2020

Julio

"Me moriré en París con aguacero"  (César Vallejo)

Morirás en París, sin aguacero,
en primera personal del plural, 
una tarde borrosa de febrero 
de enlutada tristeza terrenal. 
Lentamente el Barquero, 
timoneando su nave de cristal, 
pondrá norte al celeste paradero 
donde rueda la luna del final. 
Como un barco perdido que naufraga 
(jazmín de roja llaga), 
en cántaros de lágrimas de sal, 
morirás en París, tal vez la Maga 
en besos se deshaga,
nocturna, funeraria, torrencial. ©

De libro Llevarás en la piel. 
Fotografía: Sara Facio. 
Recitado en el Tortoni - Radio UAI

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Letras al paso

En un bar de agitado movimiento 
la pena inapetente del poeta 
escribe del dolor, hora completa, 
con tinta de su aliento. 
Detrás de la ventana la silueta 
de una niña ligera como el viento, 
desfila ante sus ojos y al momento, 
-pasó el amor-, anota en su libreta. 
Febril en su extravío 
apunta en el reverso de la hoja: 
-La lluvia nos aleja y hace frío, 
el otoño de besos se deshoja, 
la lágrima de llanto que nos moja 
parece un escarmiento de rocío-  ©

Del libro De diluvios y andenes.
Ilustración: César Rodríguez Musmanno.
Recitado en Radio UAI y en el Tortoni.