Liturgia
y desnuda de toda vestimenta
te bates como un sol en la penumbra
de dos lunas opuestas.
Con estrictos rituales de liturgia,
en hábito de ofrenda,
exhibes un amor de seda rubia
y una salva de tórridas arengas.
Ardida en el umbral de las tinieblas,
volcánica y nocturna,
afilas el extremo de las flechas,
y roja de pasión y de lujuria,
si mando la tormenta,
accedes a cumplir y te diluvias.
Del libro De diluvios y andenes.