Polvo

Gilles Vranckx
En larga soledad, frente al espejo,
te mentirás que nunca me quisiste,
y ausente de mi boca, de tan triste,
en íntima cadencia de cortejo
un diluvio de llanto desparejo
anegará la dicha que perdiste.
Tú dirás (convencida), que te fuiste,
yo diré que me alejo.
Y quedará el amor cerrando puertas,
ventanas y cerrojos,
con un peso final de sed cautiva,
y habrá un río de lágrimas desiertas
al filo de tus ojos
y polvo, nada más, en carne viva.
Del libro Oceanario.