Pretérito imperfecto
de hondura incandescente,
un beso en las heridas, simplemente,
rozando la ilusión de un fatalismo.
El peso de la fe o el ateísmo
de amarnos contra Dios, inciertamente,
desnudos y voraces, frente a frente,
en una bacanal de antagonismo.
Era (¿Era?)
Tizón arrepentido de una hoguera
de luz maravillada,
un beso en el umbral del desencanto
de amarnos tanto. Tanto,
y decirnos adiós como si nada.
Del libro Llevarás en la piel.
1 comentario:
De decirnos adiós como si nada...
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