miércoles, 20 de septiembre de 2006

De musas y resfríos

La musa de mis versos guarda cama
por culpa de un resfrío mal curado,
desnuda se recuesta a mi costado,
se pone mi piyama.
Resuelve por los dos el crucigrama,
si no puede dormir, cuenta soldados,
con alas de gorriones trasnochados,
se trepa por las ramas.
Con versos de papel arma barquitos
que naufragan en puertos lusitanos,
(enfermarse de amor no es un delito);
Cuenta cuentos de playas de verano,
me toma de las manos
y me miente, sutil, “te necesito”.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez estoy de insomnio. Salté por este blog de una poesía a otra, sin orden y sin poder parar.

La niña de la ausencia, Instrucciones, Tú contra mí, Rocío, Vocales, Los animales tampoco copulan, Insomne… Tal vez dejé algún comentario aquí o allá, pero no importa.

Con De musas y resfríos, creo que me desvelé para siempre. Sólo quería agradecértelo.

Te abraza,
MF

Carlos dijo...

Bendito el insomnio de tus ojos,
que me sabe leer de madrugada,
lo mismo que un manojo
de miradas.

El que agradece soy yo, Milo, porque estás ahí.

Besos de desvelo.