lunes, 28 de marzo de 2016

Miguel

A orilla de los montes, detrás de la majada 
la soledad pastora caminará a tu lado,
con una pena turbia que tizna la mirada
y un aire de tristeza sangrando a tu costado. 
De lunas mortecino, de sol aceitunado, 
el cielo de tu infancia, en alta llamarada 
renacerá del sueño del verde derrotado
como un toro de lidia que lanza su cornada.
Tu voluntad lectora será la ciudadela
donde calmar el hambre de tanta mala vida, 
en medio de sus odios la España dividida
deshojará con balas las tardes de Orihuela,
allí donde la patria de horror se desconsuela, 
se secará con versos la sangre de tu herida.

Del libro De diluvios y andenes.
Miguel: 30-10-1910 / 28-03-1942.

Palabras desde Josefina

Te faltará, Miguel, cuando te mueras,
la dulcísima voz de mi consuelo
para sembrar el ancho de tu suelo
de verdes primaveras,
y faltarán mis prisas costureras
al alba pesarosa de tu duelo,
hilvanes de la muerte, terciopelo
de espinas y tijeras.
Te faltará, Miguel, cuando el verdugo
te mezquine el penúltimo mendrugo,
la sombra de mi flaca compañía,
hambrienta como tú y abandonada,
no he de verme, Miguel, en tu mirada
ni sostendré tu mano con la mía.

Del libro De diluvios y andenes.

viernes, 11 de marzo de 2016

Ella traía


Ella traía
alcanfor de alegría
a manos llenas,
su negro pelo
era un pozo de cielo
de hierbabuena.

Jazmín liviano,
un ardor de verano
la consumía,
lágrima y ruego,
como un lazo de fuego
que la ceñía.

Tras de sus ojos
un enjambre de enojos
se deshacía;
agua de rosas
en la boca jugosa,
ella traía.

Bajo su espalda
una flor esmeralda,
de oscuro sino,
trenzaba estrellas,
desandando las huellas
de mi destino.

Eran sus senos
el infierno sereno
del penitente,
muslos de hoguera,
aguijón de la espera,
pubis urgente.

En la cintura
una fruta madura,
miel y ambrosía,
limón moreno,
de aguamiel y veneno,
ella traía.

Del libro Llevarás en la piel.