domingo, 29 de octubre de 2017

Cúbico amor

Geométrico y amante,
con el cúbico empeño de mi boca,
agudo de febriles intenciones
cerqué la diagonal de tu cintura;
la cumbre inalcanzable de tu cuello,
el óvalo perfecto de los ojos,
la llana superficie de la espalda
y el aro de tu ombligo.
Polígono de amor y equidistante
multipliqué tu nombré tantas veces
como números primos se conocen,
y recto de modales varoniles
en la estepa difusa de tu vientre
tracé la bisectriz de mi deseo. ©

Del libro Llevarás en la piel.
Pintura: Nicoletta Tomas Caravia.

lunes, 23 de octubre de 2017

Arlés

En desorden de lánguida pereza,
un espejo, dos sillas,                                           atestiguan las horas amarillas
donde Vincent se muere de tristeza.
Sobra tanto dolor en esa pieza
de largas pesadillas
que en la tela no crecen las semillas
ni se puebla de verdes la belleza.

Ni las tardes de Arlés de tanto cielo
amenguan el consuelo
de las penas que llegan en tropel.
Girasoles... El viento los desgaja,
el pincel tiene forma de navaja,
la navaja, modales de pincel. ©

Del libro Llevarás en la piel.
"La habitación" - V. van Gogh.

viernes, 20 de octubre de 2017

La misma luna

Una luna de gris melancolía
se suicida baleándose en la frente,
yo te busco, tal vez, entre la gente,
y no sé si te quiero todavía.
Pacífica porfía
de pensar en tu amor raro y ausente,
cobijando un recuerdo, vagamente,
en algún callejón del alma mía.
¿Quién de los dos olvidará primero
la llaga del adiós y el aguacero
de lágrima importuna?
¿Dónde estarás mujer? En qué planeta
vivirás incompleta,
mirando como yo la misma luna. ©

Del libro Oceanario.
Dibujo: Max Aguirre.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Cuento para leer en la lluvia

La historia es la siguiente:

Una mujer-azul, de piel morena,
oculta en el cajón de su alacena
un beso germinal de boca ausente.
Con urgencia de hambruna adolescente,
desmedida y obscena,
en noches de pasión y luna llena
lo atenaza en los labios, ciegamente.
Sin decoro ni culpas hinca el diente,
bacanal de azucena,
hasta vaciar el néctar de su fuente.
Concluida la cena,
con sumiso candor de niña buena
lo libra al vendaval de la corriente.

(Y se muere de pena) ©

Del libro Llevarás en la piel
Recitado en Radio UAI

martes, 17 de octubre de 2017

Cupido

Se trepó a mi ilusión con firme celo
en vuelo de alunada mariposa,
con ternura de pan cortó una rosa
y la puso de adorno de su pelo.
Grabó sus iniciales en el cielo

con enjundia ruidosa                                                     y escogió su corbata más vistosa
de enjoyado carmín de terciopelo.
Revisó su carcaj, flecha por flecha
(espinas de juguete
con las puntas perladas de rocío).
Al azar eligió lugar y fecha:
-Buenos Aires, octubre diecisiete-,
apuntó a un corazón, acaso el mío.


Del libro Llevarás en la piel.
Ilustración: Joshua Reynolds.

jueves, 12 de octubre de 2017

La novia de Gaudí

La novia de Gaudí se contorsiona
hecha nudo de viento,
espiga de cristal en movimiento,
oficio de ecuyere y de amazona.
No hay ninguna mujer en Barcelona
con su temple y su acento,
arcilla de oropeles y ornamento
que en volutas de hierro se eslabona.
El maestro con ojos de estudiante
cincela aquel diamante
de heroísmo carnal, de pulpa y yeso,
y traza en el ojal de su cintura
un rizo de locura
que cierra con la cúpula de un beso. ©

Del libro De diluvios y andenes.
Recitado en Radio UAI.

lunes, 9 de octubre de 2017

La niña pez

La niña pez se quita piel y escama
de antigua castidad ultramarina
y en su vientre de luna se adivina
el fuego de una llama.
Por el ancho desierto de mi cama
se vuelve, como el agua, cristalina,
oceánica y delfina
en olas de aguaverde se derrama.
Atlántica y coral roza mi frente
igual que una serpiente
que busca que mi boca la confronte,
y somos por imperio de la espuma
dos barcos en la bruma
cruzando el ventanal del horizonte.


Del libro Oceanario.

jueves, 5 de octubre de 2017

Varada

Igual que una sirena varada en el cemento
sin fin te desovillas cuando amanece el día,
cuan larga te conozco de espuma y alimento
sobre la boca mía.
En besos te derramas de intrépida osadía,
feliz sobre mis ojos, de azahares y de viento,
para invocar mi nombre con aires de homilía
y unción de mandamiento.
Y todo se resuelve con dulce asentimiento,
sujeta de mis manos con lágrimas de tiento
finísimo de seda,
igual que una sirena de manso advenimiento,
que trepa por mis labios, final en el aliento
de sangre que le queda. ©


Del libro Llevarás en la piel.
El dibujo es de Pedro Pablo Vaquer.