jueves, 5 de julio de 2012

Galiparlantes

















          Baudelaire y Rimbaud eran dos gatos   
al filo de las noches parisinas, 
confundiendo luceros con espinas  
y espejismos de amor con arrebatos;   
con esmalte de tinta en los zapatos
y aroma de glicinas,
rondaban el umbral de las vecinas
con ardides de versos literatos.
Baudelaire y Rimbaud, galiparlantes,
de escarpines y guantes,
en un ruedo de rimas insensatas, 
bajo un cielo carmín de luna llena,
parientes consanguíneos de la pena,   
con destino de amor, pero sin gatas.

Del libro De diluvios y andenes.