lunes, 28 de mayo de 2018

Frágil

"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió..." (J. Sabina)

Ella suele llorar por cualquier cosa,
una tarde de frío la acobarda,
el beso cuando tarda
y el pétalo marchito de la rosa.
Que no muera ninguna mariposa 
ni el ángel de la guarda
desencante de amor su fe gallarda
de luz esplendorosa.  

El silbato de un tren la atemoriza 
y se vuelve de cardo y de ceniza  

si la vida la suelta de la mano.
Un domingo de dos se desordena 
y se escombra de pena 
en medio de una lluvia de verano. ©


Del libro De diluvios y andenes.
Foto: "Invernal" / By Carlos Casellas. ©
Recitado en el Tortoni.

domingo, 27 de mayo de 2018

Rezo

"Me quedé ensoñada, solo eso"

Ella suele dormir casi desnuda,
con los besos que traigo por abrigo,
hay veces que en los sueños la persigo,
pero no pide ayuda.
¿Será acaso verdad la eterna duda
de saberla conmigo?
Juez y parte del hambre con que digo
que el amor nos anuda.
Y se tiende a mi lado,
lo mismo que la rosa del pecado
que ofrece el corazón de su corola.
Amante y pasionaria,
en mis labios repite su plegaria:
—No me sueltes, amor, que voy tan sola. ©

Del libro Llevarás en la piel.
Fotografía: Jesse Herzog.
Recitado en el Café Montserrat.

viernes, 25 de mayo de 2018

Poema inconcluso

"Has estado tan lejos y te he tenido tan cerca.
Temo a las distancias. (A. Lanús)

Yo que supe quererte a deshora
y a destiempo de un tiempo vacío,
no concibo la larga demora
de tu beso cayendo en el mío.
Este ahogo de siempre y de ahora,
doloroso y umbrío,
al romper el cristal de la aurora
se me vuelve candil de rocío.
Yo que supe poblarte de flores
el jardín de tus sueños mejores
en virtud de tu boca, deudora;
hoy comprendo con pena infinita
que el amor sin querer se marchita
y no habrá ni un jazmín para...                     ©

Del libro Llevarás en la piel.
Recitado en el Café Montserrat.

jueves, 24 de mayo de 2018

Maktub

“Dice una antigua leyenda oriental que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre...
Y otro, un segundo gran amor, unido a ti por un invisible hilo rojo, una persona que indefectiblemente perderás para siempre.  (Paulo Coelho)

El extremo final de un hilo rojo,
de obstinada conjura,
nos enlaza del cielo a la cintura
y enmadeja las almas a su antojo.
Inviolable cerrojo,
abismo, encrucijada, cerradura,
agonía del alba y atadura
donde al pie de tus labios me deshojo.
Y así vamos, unidos,
en este invernadero de latidos
que a través de los siglos nos convoca.
Hilván de seda fina
que en tu boca de almíbar se termina
y empieza en el inicio de mi boca. ©

Del libro Oceanario.
Dibujo: Kathrin Honesta.
Recitado en el Tortoni

miércoles, 23 de mayo de 2018

Recién amanecida

Repta mi lengua, ardiente devaneo,
y baja por el cauce de tu frente,
igual que una fantástica serpiente
de atávico aleteo.
Las cejas, la nariz, el camafeo
tallado de tu boca adolescente,
el pozo de tu ombligo y la pendiente
que lleva a la matriz de tu deseo.
Tu vientre, como luna cenicienta,
en una virulenta
acometida
y el tálamo sellado de la rosa,
lo mismo que una niña caprichosa,
recién amanecida. ©


Del libro Llevarás en la piel.

Recitado en el Café Montserrat.

lunes, 21 de mayo de 2018

Un día en la vida de Toulouse

Se acomoda el bombín y la chaqueta
y se toma un coñac en una esquina,
pispea por si pasa alguna mina,
chamuya del amor con un poeta.
La tarde de París es muy discreta,
la noche, un hervidero de bencina,
retrepa sin apuro la colina,
en su tierra, Lautrec es un profeta.
Dispone en la maleta
sus óleos preferidos, la anilina
azul, blanca, violeta.
El Mulen o el Folí son su oficina,
garpa, deja propina
y pianta de Monmartre en bicicleta. ©

Del libro De lunfa somos.
Recitado en el Café Montserrat.

Lautrec

Variaciones sobre un mismo tema

I

Lautrec insatisfecho
(horror y santidad de la locura),
se desgaja de luz en su pintura
de amante contrahecho.
A fuerza de dolor y de despecho,
con óleos de estridente desmesura,
dibuja prostitutas de impostura
desnudas en su lecho.
La noche de París es una llaga,

-que todo lo que pinte se deshaga-
será su enfebrecido mandamiento.
Estigma de enlutada borrachera,
Lautrec en su ceguera
comulga con el pan del escarmiento. ©


II

En son de duermevela
Lautrec dibuja arañas en el techo,
de mor, insatisfecho, 

dispara cuatro tiros de acuarela.
Lo mismo que un soldado centinela,

al extremo del lecho,
con encono de rabias al acecho

el diablo de la guarda lo recela.
Lleva puesta la pena indiferente
de ser entre la gente
un átomo de pus que lo cincela.
Pinta cielos de olvido,
mujeres que siquiera lo han querido
y se deja morir sobre la tela. ©


III


Toulouse como Luzbel

se enamora de putas y heroínas
y erecto en el abismo del pincel
las pinta en un prostíbulo de espinas.
Lo mismo que tizones en la piel
le duelen las mujeres parisinas,
de almíbar y de hiel,
amantes, pecadoras, clandestinas.
Detrás de las ventanas
las vírgenes de ojeras puritanas
fabulan con orgasmos de burdel.
Al filo de sus ganas,
rameras y borrachos y lesbianas
desfilan por sus noches de papel. ©

Del libro Llevarás en la piel.

Recitados en el Café Montserrat

jueves, 17 de mayo de 2018

Frágil

"La nostalgia es el deseo de no se sabe que" A de Saint Exupery.

Nada más frágil que este -amorgacela-
huyendo del zarpazo imprevisible
y ronco de la fiera
que en acecho de sangre lo persigue.
Lo mismo que un jazmín sobre la arena,
con leve inclinación de tallo triste,
luchando contra el viento que le enreda
la red de las raíces.
Más inerme que el miedo que lo frena
y jala de sus crines
con afanes de rabia traicionera;
sin un beso de amparo que lo libre
de la nostalgia ciega
y del terco presagio de morirse. ©

Del libro de poemas Oceanario.
Recitado en el Tortoni.

martes, 15 de mayo de 2018

Apariencias

De mañana, formal en la oficina,
sin pizca de rubor ni maquillaje,
llevando con estricta disciplina
el peso de su traje.
El tedio interminable, la rutina
de calzarse la piel del personaje
y el filo cotidiano de la espina
que portamos lo mismo que un tatuaje.
Ajuares de un brevísimo equipaje
que encubre una galaxia clandestina
de sedas y de encaje.
La noche tumultuaria la adivina
volcánica de besos y salvaje,
jugando a ser la gata de la esquina. ©

Del libro De diluvios y andenes.
Recitado en el Café Montserrat.

viernes, 11 de mayo de 2018

El quería escribir la canción más hermosa del mundo

Para Joaquín, hermano en la palabra.

El edén donde vive Sabina
tiene un sol de gallarda apostura,
un perfume de piel femenina
y un salón de lectura,
una foto con toros de Miura
de una tarde marcial y taurina,
un amor de promesa futura
y una dulce peruana inquilina,
una cama, un colchón, una mesa,
una boca que besa
profundo
y una musa de incierto apellido
que le dicta bajito al oído
la canción más hermosa del mundo.
 ©


Del libro De diluvios y andenes.
Recitado en el Tortoni.

De otoño fuimos

De otoño fuimos, aguijón que astilla
el oro de la tarde,
jirón de amarga luz, lluvia cobarde
que rueda por el sur de tu mejilla.
De otoño en el embrión de la semilla
que no brota ni arde
sin el beso de amparo que retarde
su verde concepción de maravilla.
Regidos por la ley de los convictos,
sin fe ni veredictos
de inocencia.
De otoño, corazón, que no renaces
y en agua te deshaces
lo mismo que la rosa de tu ausencia. ©

Del libro Oceanario.
Recitado en el Tortoni.

jueves, 10 de mayo de 2018

Surco y corteza

Sobre tu espalda
dibujo inmensidades
de mansa lluvia  ©

Toma todo de mí porque presiento
que después de tu amor no habrá más nada,
ni el beso de la boca enamorada
ni el río de mi aliento.
Desbarata la rosa de cimiento,
ladrillo por ladrillo, deshojada,
atiza el polvorín de la mirada
y tenme por tu único alimento.
Desnúdame, provoca,
convoca
la pasión de cualquier modo;
separa a la mitad surco y corteza,
ingresa
adueñándote de todo. ©

Del libro Oceanario
Fotografía: Lina Scheynus
Recitado en el Café Montserrat.

Llueve

 Todo dolor sucederá en la lluvia

Llueve desde el hondo gemir de la tarde,
con esa tristeza de antigua nostalgia
que teje la lluvia contra los cristales
con hilos de agua.
Llueve, llueve y llueve, como nunca antes,
sitiada de nubes, la luna de guardia
se pinta los labios de colores suaves
y de arena blanda.
Llueve sin tus manos, brumoso paisaje
donde todo es humo, barro y hojarasca
de oscuras señales.
Nocturno silencio que ronda la casa
y este amor de nadie
en el desaliento de cuatro palabras. ©

Del libro De diluvios y andenes.

Recitado en el café Montserrat.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Vaticinio (Eva)

Aduéñate de mí, primer humano,
con hilvanes noctámbulos de enredo,
puedo
morir al filo de tu mano.
En ardores de celo cotidiano
tu diriges las horas y concedo,
no tengo ningún miedo
ni cedo al vaticinio del manzano.
Que no sepa quien soy y no consiga
aprender otro beso

más que el beso dictado por tu voz;   
que me salve tu amor y me bendiga,        

no procuro otro rezo
ni busco la fortuna de otro dios.
©


Del libro Oceanario.

Recitado en el Café Tortoni.

Astilla

Siempre queda una astilla del olvido
hurgando la garganta
y el acero templario de su filo
nos deshoja la voz y la palabra.
Lo mismo que una flecha sin destino
que da en el corazón a la distancia
y nos trunca la rosa del estío
con hoja de arma blanca.
Tu me llevas contigo
igual que una conjura de nostalgia
que repite mi nombre sin sentido.
Y en las horas más íntimas y amargas,
por quitarte la sed del beso mío,
en hilvanes de ausencia te desangras. ©

Del libro Oceanario.

Recitado en Radio UAI y en la UNA.

martes, 8 de mayo de 2018

Katmandú

 "Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver..."  (JS)

¿Recuerdas Katmandú y abril y el cielo
de los años sesenta,
el valle de Nepal, tras la tormenta,
guarecidos los dos bajo tu pelo?
¿Recuerdas recordar con cuanto celo
juntábamos los granos de pimienta,
de sal, de anís, de menta,
de pulpa de limón y de pomelo?
Y lánguida y menuda
te quitabas la túnica y desnuda
cual diosa hospitalaria,
orabas en la palma de mis manos
(hace tantos veranos),
como quien reza a Dios una plegaria. ©

(Katmandú, allá lejos, en el origen de nuestras vidas pasadas)

Del libro Oceanario.
Ilustración: Yannick Corboz.
Recitado en el Café Montserrat.

domingo, 6 de mayo de 2018

Avatares de la cena

Si la sal se derrama
a espantar los conjuros en la cama.

Anaís se desnuda en la cocina
y organiza el menú para la cena,
con empeño de amante disciplina
guarda muda y sostén en la alacena.
Consabida rutina
de quitarse su traje de sirena,
mientras mezcla la leche con la harina
ordena lo que luego desordena.
Así, sin ropa alguna,
al brillo incandescente de la luna
inicia su ritual de devaneo.
Otra cena de vuelta interrumpida.
(Entre amor o comida,
el hambre languidece ante el deseo. ©

Del libro Llevarás en la piel.
Recitado en Radio UAI y Café Montserrat

sábado, 5 de mayo de 2018

Simona

Mi gata, del amor sacerdotisa,
felino corazón de gata Flora,
maullido de tu boca encantadora
que trepa por el riel de la cornisa.
—Desnúdate de prisa,
aquí en la oscuridad, hembra y señora,
turista en el Edén, gata de angora,
vestida nada más con mi camisa.
Yo soy el gato azul que te desvela
y el firme centinela
que en tu boca merienda y desayuna.
Febril gata tigresa,
almíbar torrencial de leche espesa
en el plato redondo de la luna. ©

Del libro Llevarás en la piel.
Recitado en el Café Montserrat.

viernes, 4 de mayo de 2018

Delicia

"Desnuda y leve,
eres como una estrella
sobre la espuma" ©

Átame las alas, suavemente,
quítame la ropa de muñeca,
seca
cada gota de la fuente.
Bésame en el centro de la frente,
hila el torbellino de la rueca,
peca
con ardor de penitente.
Muérdeme la boca sin amparo,
faro
del confín más absoluto.
Roba la manzana, casta y nueva,
prueba
la delicia de mi fruto. ©

Del libro Oceanario.
Fotografía: Andrea Tomás Prato.
Recitado en el Café Montserrat.

jueves, 3 de mayo de 2018

Amantes

Se quisieron a muerte como dioses
de Olimpos desterrados,
con los ojos en llamas, afiebrados,
insomnes de las bocas y feroces.
Al íntimo conjuro de sus voces

nombraban al amor como embrujados,
erectos de ternura y enjoyados
de almíbar y de goces. 

Amantes de palabra y pensamiento

se dieron a comer por alimento,
en plan ceremonial de bienvenida,
y a modo de consigna y estandarte

mordieron parte a parte
la fruta de las frutas más prohibida.  ©

Del libro Llevarás en la piel

Pintura: Nicoletta
Recitado en Radio UAI

miércoles, 2 de mayo de 2018

Audacia

Bendición de boca grana
para morder la manzana,
roja y nueva.
Probar sus cuatro costados
con los labios despintados,
como Eva.

Mordisco de artillería,
su boca en la boca mía
busca y prueba.
Corazón de loba en celo
por la noche de mi pelo,
como Eva.

Amorosa dentellada
de morder con la mirada
que se atreva
a romper con el hechizo
del prohibido paraíso,
como Eva.

Afilada mordedura,
terrenal fruta madura
que conlleva
un paladar combatiente.
Ni Luzbel ni la serpiente
sabrán morder como Eva. ©.

Del libro Llevarás en la piel.
Fotografía: Fabrizia Milla.
Recitado en Radio UAI.

martes, 1 de mayo de 2018

Eva

Eva roja de altiva timidez
del revés de la trama,
pasión crepuscular, barco de nuez
acechando la orilla de mi cama.
Diluvio universal que se derrama
con cierta rapidez,
gorrión de ingravidez, de rama en rama,
proclama de floral intrepidez.
Carnal mujer azul, urgida dama
que arrojas a un costado el crucigrama,
pulsión, testarudez.
Un beso con rubores de retama,
dos bocas en la llama
y un cuerpo en su infinita desnudez. ©

Del libro Oceanario.
Fotografía: Laura Makabrescu.
Recitado en el Homero Manzi y en el Tortoni.