Cuento para leer en la lluvia
Una mujer-azul, de piel morena,
oculta en un rincón de la alacena
un beso germinal de boca ausente.
En horas de pasión y luna llena
lo sujeta en los labios, firmemente,
y lo muerde con hambre adolescente,
desmedida y obscena.
Con ayuno de siglos hinca el diente
(bacanal de azucena),
para beber el néctar de su fuente.
Concluido el festejo de la cena
lo abandona en la arena
y lo libra al turbión de la corriente.
(Y se muere de pena).
Del libro Oceanario.
Fotografía: Kellylind.