jueves, 3 de septiembre de 2015

Pretérito imperfecto

Lo mío con usted era un abismo
de hondura incandescente,
un beso en las heridas, simplemente,
rozando la ilusión de un fatalismo.
El peso de la fe o el ateísmo
de amarnos contra Dios, inciertamente,
desnudos y voraces, frente a frente,
en una bacanal de antagonismo.
Era (¿Era?)
Tizón arrepentido de una hoguera
de luz maravillada,
un beso en el umbral del desencanto
de amarnos tanto. Tanto,
y decirnos adiós como si nada.

Del libro Llevarás en la piel.

1 comentario:

Carlos dijo...

De decirnos adiós como si nada...