Tic tac
como un viejo reloj de manecillas
que marcaba las horas amarillas
de su mundo secreto.
Con preciso tesón de barco quieto
venía del amor a mis orillas,
sirena defendiendo su Bastilla
de muros de concreto.
Desnuda y transparente,
en sed ceremonial de piel urgente
al puerto de mi boca se volvía.
Ondina de su nave
(guardando su dolor con doble llave),
lloraba cada viernes que llovía. ©
Del libro Oceanario.
Recitado en el Tortoni y en el Café Montserrat.
Dibujo: Gilles Vrankc.
1 comentario:
Sinceramente teu / María Bethania y el Nano.
"Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio".
https://www.youtube.com/watch?v=44lCZisXLZc
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