lunes, 16 de julio de 2018

Tic tac

Llevaba un corazón (tic tac), inquieto,
como un viejo reloj de manecillas
que marcaba las horas amarillas
de su mundo secreto.
Con preciso tesón de barco quieto
venía del amor a mis orillas,
sirena defendiendo su Bastilla
de muros de concreto.
Desnuda y transparente,
en sed ceremonial de piel urgente
al puerto de mi boca se volvía.
Ondina de su nave
(guardando su dolor con doble llave),
lloraba cada viernes que llovía. ©

Del libro Oceanario.
Recitado en el Tortoni y en el Café Montserrat.
Dibujo: Gilles Vrankc.

1 comentario:

Carlos dijo...

Sinceramente teu / María Bethania y el Nano.

"Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio".

https://www.youtube.com/watch?v=44lCZisXLZc