lunes, 31 de julio de 2017

Domingo por medio

Domingo por medio se muere de pena,
con esa tristeza de fin de semana,
herida de sueños, fugaz y liviana,
como una sirena.
Domingo por medio, umbría y ajena,
igual que la lluvia contra la ventana,
en el desamparo de cada mañana 

de sal y de arena.
Redonda mudanza de gris desaliento,
como una consigna que llega en el viento
cada quince días.
Igual que un comando que toma rehenes,
milagro mediante, el viernes que viene
tocará alegría.

Del libro Llevarás en la piel.
Pintura: Giorgia Kapetanaky.

6 comentarios:

Carlos dijo...

Muchas gracias, Tere.

Beso de domingo festivo.

Carlos dijo...

Primeros versos del Blog, este es de septiembre de 2006.

Nusky dijo...

Cuantos años Carlos , es un soneto muy musical me encanta su decadencia.

Como has puesto uno de los primeros sonetos de tu blog, te cuento que yo te leía hacia tiempo y me parecía tan bonito que no me atrevía a dejarte un comentario y un día me arme de calor y te dije todo lo que me encantaba y sentía.
Y ahora te considero un gran amigo, maravilloso escritor y mejor persona.

Muchos besos poeta.

Carlos dijo...

Muchos años Ana, muchos versos.

El blog y los sonetos nos han unido. Te cuento que como vos hacías al principio (en tu caso por pudor), sigue habiendo hoy un montón de lectoras que vaya a saber porqué no pueden alejarse de Apenas y allí están leyendo en cuanto dejo un poema. El contador las registra. Y como tu al principio tampoco comentan. Es como si hubieran contraído una adicción.

Un beso grande.

Rembrandt dijo...

“…Igual que un comando que toma rehenes,
milagro mediante, el viernes que viene
tocará alegría.”

Muchas veces he pensado valdrá la pena esperar migajas de amor de tanto en tanto?
Pobres amantes, aunque quizás con eso algunos se conforman. Les alcance. Hay que estar en ese lugar, supongo.
Mi estimado poeta, en esa época no lo conocía, pero gracias a su generosidad estoy disfrutando de sus poemas que para mí aunque antiguos siempre son nuevos.

REM


PD: Todavía quedan niñas tímidas.

Carlos dijo...

No pensé este verso en términos de mendigar cariño, en realidad jugaba con los ciclos de la vida y los tiempos circulares. Por aquello de una de cal y una de arena o no hay mal que por bien no venga.

Mañana, viernes, tocará alegría.