miércoles, 4 de diciembre de 2019
La lluvia de los dos, que era tan nuestra,
te la llevaste toda
nomás echar la llave de la puerta
y huir a la intemperie de las sombras.
La lluvia torrencial y las modestas
que no implican ni rozan,
las que tiñen la tarde de tristeza
y acobardan el curso de las horas.
Yo, huérfano de luz, avanzo a ciegas,
al sesgo de las olas,
recolectando lágrimas y estrellas.
Tú, mojada de amor, húmeda y roja,
te llueves y te alejas,
con un beso de sal sobre la boca. ©
Del libro Oceanario
Recitado en el Café Montserrat y Radio UAI
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1 comentario:
Brel
https://www.youtube.com/watch?v=E7zgNye6HTE
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