domingo, 2 de agosto de 2020

Menaje nupcial (cuento de acero inoxidable)

Romance de metal en la cocina, 
se casa el tenedor con la cuchara,
desfile de parientes y algazara 
de viernes de oficina. 
Ajuares con apaños de cortina
destacan de la niña, mango y cara,
y el consorte con ínfulas de vara  
exhibe su prestancia masculina.
Altivo y señorial (pero sencillo),
jurídico el cuchillo  
recita cuatro frases pertinentes, 
y la novia de cóncava ternura 
prendada del galán que la captura 
transige al apetito de sus dientes.

Del libro De diluvios y andenes.
Pintura: Bob Carlos Clarke
Recitado en el Tortoni y APL

31 comentarios:

Carlos dijo...

transige al apetito de sus dientes...

San dijo...

Creo recordar estas nupcias, y si me gustaron una vez, hoy doblemente.
Un beso.

tita dijo...

Que romance tan genial entre la cuchara y el tenedor,una ternura casi un cuento como los que nos contaban en la infancia.

El banquete resulto fantastico, siempre acompañados del cuchillo,un trio muy sujerente.

Que lindo ese final.

Un beso


Sandra Montelpare dijo...

Buenas tardes, Carlos.

Es moooy tierno el soneto. Esos "ajuares con remiendos de cortina" son todo un detalle.
"Amante con ínfulas de vara" hace contrapunto con el cuchillo cuya descripción hiperadjetivada se lleva puesto el soneto: altivo, señorial, sencillo y jurídico.

El último verso es una joyita en cuanto a construcción de figura por el verbo "transige" uy qué difícil meterlo ciertamente pero queda perfecto con "apetito de sus dientes".

La cadencia, para ponerme a tono con los cubiertos, está a punto.

Off topic: en el cajón de los cubiertos pasan cosas... sin ir más lejos en la última limpieza general descubrí un ménage à trois entre cuchillos, tenedores y cucharas.


Besos de cóncava ternura(afanadísimo al último verso ppppffff)pero todo sea por no caer en el fácil y previsible Besos de acero inoxidable. juaz






Carlos dijo...

Hola San, como dices, esta matrimonio ya ha sido consumado, (si bien tiene algunas mínimas correcciones), pero como de las lectoras de aquella época ya no queda ninguna, en realidad lo he reflotado para que lo lean Ana y Sandra, que están siempre junto al cañón y cuya opinión es muy importante para mí.

Me alegra que te haya gustado tanto como la primera vez, pasa que el amor siempre nos conmueve.

Gracias por pasar.

Un beso.

Carlos dijo...

Hola Ana, el soneto es lo que yo suelo llamar un "casi cuento", tú sabes cuanto me gusta contar historias de este tipo, porque yo defiendo a ultranza la idea de que todo es plausible de poder ser contado poéticamente.

Humm, debería ponerme a pensar una historia deonde la cuchara termina engañando al tenedor, con el jurídico cuchillo. :)

Un beso grande.

Carlos dijo...

Hola Sandra, esta tarde cuando decidí volver a subir este soneto, me acordaba de vos y pensaba si hay una categoría de "nano-poesía". :)

Cuando escribo este tipo de poemas, realmente lo disfruto porque exige de uno, una alta cuota de creatividad y es todo un desafío, por cierto.

Me gustó jugar con la figura del amor como expresión de hambre y asociarlo con los "dientes" del tenedor, con toda la simbología que encierra el hecho de comer-morder.

Lo mismo con la concavidad tierna de la cuchara.

Yo pienso que no siempre hace falta la grandiosidad pomposa para hablar del amor, cuando este también puede expresarse en los términos más sencillos.

Yo, en la cocina, cada vez que voy a abrir un cajón, previamente aviso en voz alta, no sea cosa de tener que enfrentarme a alguna escena desagradable.

Besos de queremos comer, queremos comer.

Carlos dijo...

Sandra, en el post de Vincent, descargué un audio que contiene un tercer poema de van Gogh, por ahí querés escucharlo.

Otro beso.

Carlos dijo...

Se bate en el cajón de la cocina,
que el tenedor sospecha,
que su jermu la juega de derecha,
pero tiene un filón en cada esquina;
se hace el oso el cuchillo y se adivina
que la nami, de amor, insatisfecha,
se excita y se aprovecha
del filoso galán que la reclina.
-No hay cuchara sincera-
lamenta el tenedor con amargura
y se guarda a dormir en la heladera;
el resto del menaje conjetura
que no hay que hacer bandera,
ni rasgarse la negra vestidura.

Mañana (quien supiera),
nos tocará la misma desventura.

tita dijo...

Mira Carlos he tenido la curiosidad de mirar la fecha en la que dejaste este soneto ,que yo tambien recordaba
un casi cuento como lo definiste y fue el 11 de enero del año 2011,imaginate mas dos años,como pasa el tiempo.

Y como hoy estaba de curiosa quise ver desde el dia que te hice mi primer comentario,que aunque antes ya te leia nunca me atrevia a decirte como sentia tus sonetos,
fue en NADA el 11 de octubre de el año 2010 y desde entonces cada dia me parecen mas geniales tus sonetos.

Ahora te voy a decir una cosa despacito para que no se entere nadie,senti un pellizco de pena de ver como tanta gente que venia entonces desaparecio y me da pena por ellos, por que se pierden algo que merece la pena disfrutarlo.

Ves que curiosona estaba hoy,pues ahora ya me voy a dormir,buenas noches.

Un beso grande

Sandra Montelpare dijo...

jaaaa Qué loco! Justo te iba a decir que capaz que este fin de semana craneaba algo con estos tres, un cuento y entro a dejar el comentario para avisarte y veo la respuesta y este soneto que acabas de subir!! Naaah Loquísimo.

Suele sucederme que leo algo y me quedan las imágenes dando vueltas.

Es cierto que la simbología es compleja pero muy interesante de laburar.

Estos sonetos son microrrelatos en verso. Claro que sí pero a mi modesto entender muchos más difíciles de lograr porque está el ritmo, la cadencia, los acentos internos del poema, las figuras y todo lo que implica un soneto. Por eso los leo y disfruto, no los escribo jaaaa
Lo que pasó es que en el medio se me cruzó uno de esos martillazos locos y lo subí al blog.
Ahora voy al soneto anterior a escuchar el audio.

Este soneto lunfa me ha hecho reír, si hasta puedo imaginarlo pero qué cosa. jaajajaa Qué facilidad para improvisar. Me rindo, Casellas. Así no se puede. Yo iba a intentar algo pero no, mejor no.

Carlos dijo...

Ana, ahora me entró la curiosidad a mí, porque como reconozco ser bastante prolífico y variado a la hora de escribir, no tengo presente en este momento cual es el soneto Nada.

Respecto de la gente que ha fugado, muchos de ellos pasan en las sombras, como si fueran espectros de ultratumba. jeje.

Carlos dijo...

Sandra, no te amilanes, además este segundo soneto solo fue para salir del paso, habría que pulirlo, por cierto, un rato largo, si te surge algo, "contámelo".

Me han dicho más de una vez que mi poesía es muy visual, y en este caso es fácil hacerse una idea de este trío acerado.

Fuera de mi poesía intimista y personal, disfruto mucho armando relatos poéticos. Debe ser el niño que todavía viaja conmigo. (en el fondo soy un tierno) ud. sabe.

Me imagino, pobre el tenedor durmiendo en la heladera. No hay derecho.

Carlos dijo...

Amigo José María agradezco tu paso y tu invitación.

Soy bastante reacio a esto de yo paso si tu pasas, igualmente te cuento que iré a ver tu blog y que yo sigo siempre por aquí.

Un abrazo.

ŜhЄrezάđξ dijo...

la cóncava ternura me pareció preciosa!!!

Besos

Carlos dijo...

Cómo, y el resto no??. jeje.

Hola Shere, me alegra que la cóncava ternura te haya parecido preciosa.

Un beso.

tita dijo...

NADA

Esos dos que a filosa dentellada
compartían a besos
el hambre inagotable de los huesos
y el pan de la mirada;
esos dos, con el alma alborotada
de ayuno colosal y labios presos,
espesos
de pasión almibarada;
ya no mueren de amor ni de tormento
ni estallan en el viento
de una cuenca de luz amotinada,
igual que una postal de vidrios rotos,
oscuros y remotos,
esos dos, ya no se importan nada.

Tu nada hay lo tienes.

Un beso

Carlos dijo...

Ahora sí, a veces los títulos se me confunden pero basta que me citen el primer verso para que lo recuerde.

Nada es un verso tristísimo, por cierto, habla de cuando el amor se acaba. A mi, particularmente es uno de los sonetos que más me gusta.

Un beso.

Francisca Quintana Vega dijo...

¡Qué maravilla de soneto!...me encanta el amplísimo vocabulario que, entre otras cosas, hacen especiales sus poemas. Este es originalísimo, además de rotundo. Cuando se lee se queda una como cuando, tras un baile de sevillana, la bailaora o bailaor da el taconazo final. Mi cordial saludo...(estoy de vacaciones pero hoy entré en algunos blog)

Carlos dijo...

Hola Francisca, sabía por FB que salía de vacaciones, así que me alegro mucho que se haya tomado un tiempito para pasar por casa.

Le agradezco el elogioso concepto que mi soneto le ha provocado. Es una historia tierna esta del romance entre la cuchara y el tenedor que remata con cierto entusiasmo sensual.

Siga disfrutando de sus vacaciones.

le dejo el afectuoso saludo de siempre.

María Bote dijo...

¿qué decir? de veras, me faltan palabras para expresar lo hondo que me llegan tus sublimes sonetos, cómo haces malabares con tu prodigiosa sinestesia, amigo Carlos.

Un lujo y unplacer volver a leerte.

Besos. María

Carlos dijo...

Hola María, se te extrañaba.

Muchas gracias por el sentido comentario que has dejado, tienen mucho valor para mí las palabras que ustedes me dejan.

Prestigian mi blog, las excelentes lectoras que fielmente me leen, porque todas en lo suyo, poseen una exquisita sensibilidad y un marcado nivel estético.

Me han quedado pocas, es cierto, pero lejos, las mejores. Cada comentario que dejan contando con conocimiento de causa, lo que mi poesía les provoca, valen por cientos de comentarios de compromiso, tan comunes en el mundo de Blogger.

Para todas (que saben quienes son) mi afecto y mi admiración.

Besos, miles.

Carlos dijo...

Bob Carlos Clarke nació en el condado de Cork en Irlanda en 1950 y falleció arrollado por un tren cerca de Barnes, en Londres. Su obra sigue una línea llena de misterio, imaginación y fotografías monocromas llenas de erotismo.

El 25 de marzo de 2006, salió de un hospital de Barnes, al suroeste de Londres, tras hacerse un chequeo, fue caminando hasta una cercana vía de ferrocarril y se tiró delante de un tren. Tenía 55 años. La policía dijo que “El incidente no había sido considerado sospechoso”. Fue el triste final de la carrera de un talentoso fotógrafo, quien vivía a unos pocos kilómetros en Chelsea, con su segunda esposa y su hija adolescente.

Célebre por sus fotos de desnudos, sus impactantes anuncios publicitarios y sus retratos de famosos como Keith Richards, Dita Von Teese, Caprice, Marco Pierre White y Rachel Weisz, también realizó otro tipo de trabajos que ahora están empezando a ser reconocidos.

Es famoso por fotografiar a las mujeres de una manera que desafía la percepción de la fantasía y la realidad, haciendo difusa la línea que los divide. Sus imágenes pueden ser hermosas, pero desconcertante, prosaicas, pero fetichistas, sinceras, pero voyeurísticas. Algunas escenas provocan una reacción visceral y otros son naturales, vírgenes y, según el artista, de una belleza no siempre convencional. Los desnudos de Clarke son estéticamente impresionantes.

A Clarke no le gustaban las modelos convencionales. “La diferencia entre las supermodelos o las chicas que encuentras en los clubs o en la calle, es que tienes la sensación de haber encontrado tus propias setas. La gente con una belleza convencional pueden ser las personas más aburridas del mundo. Mis chicas favoritas para fotografiar son a menudo locas que terminan durmiendo en la calle por la noche y asumen riesgos. Asumir riesgos es una cosa muy importante para conseguir un resultado, alguien dispuesto a ponerse delante de una cámara sin ningún temor. Para eso se necesita mucho coraje o un montón de confianza y a menudo las supermodelos no lo tienen”.

Otra serie singular en sus fotografías son los utensilios de cocina y cuberterías. Estos aparecen como extraños objetos del fetichismo, particularmente al ser considerados en el contexto de sexualidad velada de la obra del autor. Sus alargados mangos se identifican con las piernas de la mujer, y la forma en que entrecruza los cubiertos le confiere un aspecto sexual descarado.

Carlos dijo...

San, estaba viendo que cuando dejé este soneto por primera vez, tu apareciste por mi Blog.

Tita dijo...

Hoy Carlos ,ya no tengo que hacerte comentario ya lo sabes todo jejeje ,vaya charlita que no recordaba que tubimos en este soneto,estando yo de curiosa ,lo que si te digo que NADA me sigue pareciendo genial.


En facebook vi una persona muy pensativa, guapo chico,felicidades por todo disfrutalo.

Ya viajo al mar hasta septiembre,pero no te vas a librar de mi que lo sepas.

Un beso

Carlos dijo...

Hola Ana, hoy en el trabajo releí casualmente este soneto y decidí publicarlo nuevamente. Me gusta mucho, creo es una bella historia entre naif y erótica.

También me gusta Nada, una historia por cierto de desamor y de tristeza. (está mal que lo diga y puede sonar soberbio, pero amo lo que hago)

Viste, estaba concentrado a punto de empezar el espectáculo, que salió bárbaro y me permitió de arranque vender una buena cantidad de libros. Estoy muy contento con lo que hicimos y la gente me hizo saber que lo disfrutó mucho.

Te vas al mar y hasta septiembre, que envidia, (alísta el cuarto mío) :)

Un beso grande.

Tita dijo...

Carlos pienso que lo mas importante es amar lo que uno hace y se nota en el resultado,da igual como suene tú sigue disfrutando.

Me alegra muchisimo que todo fuera perfecto y que se vendieran muchos libros, el fin es ese que se pueda conocer lo que tú escribes y emocionar a quien lo leé.

Tu pieza siempre esta a punto lo sabes :)

Un beso grande.

Carlos dijo...

Es así Ana, una sola cosa me provoca mayor alegría que componer un soneto, releerlo luego centenares de veces y corregirlo una y otra y otra vez, hasta encontrarle el alma.

Todo salió hermoso.

Lo sé, deja que por la mañana entre el aire marino.

Un beso.

Rembrandt dijo...

“…y la novia de cóncava ternura,
prendada del galán que la captura,
transige al apetito de sus dientes”

En primer lugar, imposible no recordar a la querida Ma. Elena Walsh y en segundo término al célebre personaje de Bram Stoker.

Nunca deja de sorprenderme su capacidad de sonetear con objetos, es excelente lo suyo Carlos y no me canso de decírselo.

Respecto a Bob Carlos Clarke, me apena la muerte de un artista y más aún a temprana edad, siempre pienso que nos perdimos lo mejor.

REM


PD: Otro grande que se nos fue.

https://youtu.be/1HCGp0eiGtA

Carlos dijo...

Muchas gracias Rem, creo que todo es pasible de convertirse en material poético y allí ando contando historias que mi imaginación inventa. (son como cuentos que te cuento a la hora de irte a la cama)

Yo no me canso de escucharte.

(hay gente que no se va nunca)

Carlos dijo...

En homenaje a María Elena W. transcribo un soneto suyo.

Ahora como un ángel apareces
y me rodeas sin decirme nada.
Ángel que yo cuidara tantas veces
sin saberlo, callada.

En todo lo que miro permaneces
como el aire feliz de la mirada.
Me parezco a tu ausencia y te pareces
a mí resucitada.

Porque viniste cuando me moría
a devolverme a vivas caridades;
porque mi noche muda se hizo día

por gracia de tu voz iluminada,
en esta eternidad con que me invades
yo que no era, soy tu enamorada. (MEW)