lunes, 12 de marzo de 2018

Galiparlantes

Baudelaire y Rimbaud eran dos gatos
al filo de las noche parisinas,                        confundiendo luceros con espinas  
y espejismos de amor con arrebatos.
Con marcas de verdín en los zapatos                 rondaban sigilosos las esquinas 
a la sombra de luces mortecinas
y al cobijo de versos literatos.
Ciudadanos del mundo, figurantes,
nocturnos y distantes,
maullando musicales serenatas.
Bajo un cielo de hollín y luna llena,
hermanos consanguíneos de la pena,
con destino nupcial, pero sin gatas. ©

Del libro De diluvios y andenes.
Ilustración: Leticia Zamora Méndez.

20 comentarios:

Carlos dijo...

Como en el traspaso al nuevo formato de Blogger, he traspapelado algunos post y alguno comentarios. Transcribiré aquí los mensajes que ustedes han sabido dejar en este sitio.

Aprovecho para agradecerles a todos, el hecho de que estén allí.

Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Querido Carlos

Leí tu tango en mi Blog, me maravillé con todos tus Benditos, te crucé en el Blog a Milena, vine para de decirte lo mucho que me gusta lo que escribís y me encontré con Baudelaire y Rimbaud...

Me sobresalta y me maravilla cómo escribís. Es demasiado.

Gracias. Un abrazo.

Carlos dijo...

Mi querida Milonguita, siempre tan afectuosa y "exagerada" en tus comentarios, muchas gracias.

Los "gatos malditos de Francia" te agradecen tu afecto y bailarán un tangazo en nombre tuyo.

Un beso y un maullido.

Anónimo dijo...

Vengo de la casa de Milonga Fina celebrando tu soneto. Y tambien para agradecerte tu visita a Musas.

Rimbaud y Baudelaire ya bailan tangos.

Un abrazo.

Carlos dijo...

Máximo de París a San Telmo, hay apenas un mar de diferencia.

Gracias por pasar.

PD. Valoro los escritos de tu blog con ese toque de ternura que sabes imprimirle al cielo de las cosas cotidianas.

Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Bueno...éste me parece fabuloso...fresco, ingenioso....me dará mucho trabajo contrapuntear, no sé si lograré su altura....

anda Charlie...que la envidia se me come....

besos.

Tere-Teresa.

Carlos dijo...

Gracias Mi Tere Teresa, son como pequeñas historias, que trato de contar con un toque de humor y ternura.

Besos y arañazos.

Carlos dijo...

Bueno Señorita MF, recuperado pues.

En deuda quedo.

Con besos a pedal, Milonga Fina,
escala los más altos desafíos,
trepa muros de cal, cruza los ríos,
se enfrenta con los lunes de oficina;

Besos de Blogger Beta.

7Ventura dijo...

Un corto de 3 minutos de baudelaire:


http://www.7potosi.blogspot.com/

Carlos dijo...

Gracia 7ventura, por pasar e informar, iremos a verlo.

Abrazo.

Clara Silvestre dijo...

Me ha gustado tu blog. Me atrajo de primera entrada el abrazo de Rimbaud y Baudelaire. Mis adorables poetas malditos.

Clara Silvestre
periodista cultural República Dominicana

Carlos dijo...

Hola Clara, bienvenida, has llegado transitando el camino de un "post añejo", :)

Baudelaire y Rimbaud, amenazaban con sus poesías malditas, pero en el fondo eran dos tiernos. :)

Un beso que llegue a Dominicana.

Anónimo dijo...

Qué bonitooo
saludos desde la ciudad del Illinami!
Sandra

Carlos dijo...

Hola Sandra, has aparecido por la prehistoria de mi Blog. :)

Qué bueno que te haya gustado el soneto.

Gracias por pasar.

Un beso.

Unknown dijo...

muy buen poema

Carlos dijo...

Gracias Eduardo, has irrumpido en sonetos de vieja data. :)

Un abrazo.

Rembrandt dijo...

“Baudelaire y Rimbaud eran dos gatos
al alba de las noches parisinas….”

Creo que todavía deben andar haciendo de las suyas estos lindos gatitos, tan rebeldes, ariscos … pero inolvidable su maullido en noches estrelladas. Seguro que el gatito Vincent los pintó alguna vez.

Bello soneto Carlos; cómo me gusta París.

REM

Carlos dijo...

París es siempre una bella idea.

Tal Vincent los pintaba y ellos escribían sobre Vincent.

Unknown dijo...

Tus historias humanas por demás me emocionaron te doy las gracias por que es posible identificarme desde el hecho y el sentimiento

Carlos dijo...

Me alegra que puedas emocionarte con lo que escribo. Uno busca siempre interlocutores válidos que comulguen sensibilidades parecidas.