El último latido
flaquísimo de versos al pie de su agonía,
pastor de la palabra, cuidando sus ovejas
bajo la noche fría.
La luna se acomoda en medio de tus cejas
y tiene nombre propio el nombre de ese día,
ovillo de rencores que teje sus madejas
con negra cobardía.
Me duele como nunca la cárcel que te ciega
y niega
la promesa del verbo florecido.
Será tal vez al alba de un marzo destemplado,
el rojo de tu sangre, la muerte en el costado
y el último latido. ©
Del libro De diluvios y andenes.
Miguel Hernández: 30-10-1910 / 28-03-1942.
1 comentario:
Eres la noche, esposa, la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.
Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.
Miguel Hernández.
https://www.youtube.com/watch?v=v30n949qnKM / Serrat
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