Tesón
y él era continente de su forma,
en un duelo simétrico de pulsos
y sangre compartida.
Anudadas las bocas y los besos
con hilvanes de lazos invisibles,
eran uno los dos en los inicios
ancestrales del mundo.
Equilibrio de pura semejanza,
como cuerpos calcados
en un mágico círculo de oro.
Sombra afín de mi sombra,
replicada en el goce del deseo
y en el férreo tesón de ser lo mismo. ©
Del libro Oceanario.
Pintura: Nicoletta Tomas Caravia.
7 comentarios:
conjuro de febril correspondencia...
Simetria total cuando se comparte todo,amor,entrega,sueños sensualidad
etc.
Un duelo simétrico de pulsos y sangre duplicada ¡¡¡Soberbio!!!
Besos de fin de semana.
Gracias Ana, cuando el milagro de la simetría ocurre, cuando, como decía el Nano, la vida nos besa en la boca, solo queda agradecer y pedir que el amor no nos suelte de la mano.
Un beso grande.
sortilegio de terca semejanza...
Maravilloso, aunque no digo nada nuevo..pero es que ...es lo único que se me ocurre. Saludossss
Muchas gracias Francisca, valoro tu comentario elogioso, espero que tus cosas estén un poco más aliviadas.
Un saludo.
"Dos para amar, nada más..."
https://www.youtube.com/watch?v=EYeCCo63kjA
"Y después del adiós, nada más..."
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