Nunca
y se vuelve tan ínfima y tan fina
que en su cama de sombras se adivina
un insomnio de sábanas de arena.
Parece, mar adentro, una sirena
de nocturna tristeza submarina,
erecta como el filo de una espina
que sangra y que gangrena.
Afónica de voz lo nombra tanto
que el río de su llanto
estalla en un volcán de dicha trunca.
En cortejo de lágrimas y besos
se sienta en el umbral de los regresos.
Pero él no vuelve nunca. ©
Del libro de poemas Oceanario.
Fotografía: David Hamilton.
14 comentarios:
Pero no vuelve nunca...
Es realmente desolador para la poética castellana, que una palabra tan irremplazable, tan categórica, tan terminante, como "nunca", tenga apenas una míseras rimas, que suenan siempre forzadas.
(falla para Dios, otra más)
Es que la palabra Nunca Carlos...suena muy fuerte.Nunca es una palabra demasiado tajante, pero tus versos son como cantos de pajaros jajajjajajaj.Hacía mucho que no pasaba por los blogs, mi tiempo es muy escaso,pero..sigues escribiendo tannnnnn bien como antes o.....mejorrrrrrrrrrrr!!!:)Besitossss
Bellísimo, como siempre, amigo. Es un lujo leerte.
Buena semana. Un abrazo. María
Por eso mismo, Midala, es una palabra imprescindible. (y con poca rima)
Gracias por pasar.
Un saludo.
Gracias María, por seguir leyendo.
Buena semana para ti,
Un beso.
Nunca,para mi es una palabra rotunda
triste,y con poca rima cierto,pero tú siempre encuentras algun sitio donde acoplarla como ese final.
Genial el soneto Carlos,gran libro OCEANARIO,siempre te lo digo,por que es así y gran poeta tú por que escribes como los angeles.
Un besito
..."se sienta en el lugar de los regresos, pero no vuelve nunca."
La balanza en el pecho dolorido,la lucha entre el dolor y el perdón.
Una situación bien retratada, como siempre.
Aunque la verdadera esencia de un poema sólo la sabe el autor, por supuesto.
Mi cordial saludo, como siempre
Hola Ana, por cierto Nunca es una palabra tremenda, porque no admite retorno, como decía el Nano: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio..."
Un beso grande.
Francisca, supongo que debe haber mucha gente sentada en el umbral de los regresos y cada quien debe determinar si hay motivos para volver, o también no volver nunca.
Mi saludo de afecto de siempre.
Buen día, Carlos.
Qué bien suena en el recitado el último verso, casi en suspensión.
Esta vez me detuve en la estructura interna, en los momentos. Un primer cuarteto sutil (si hubiera tenido un lápiz, ya habría hecho un óvalo con signo de admiración en el 3er. y 4to. verso).
El segundo cuarteto es intenso: filo, sangra, gangrena y los tercetos encajan en el manual del perfecto soneto si es que existe o ya te lo sabés de memoria.
Es cierto, nunca es una palabra difícil de rimar. El otro día en twitter se mencionaba también la dificultad de rimar "milagro" que tiene menos frecuencia de uso que nunca.
De chica, me encantaba sentarme en el umbral (no en el de los regresos y es una excelente imagen esa,de paso digo) y me colgaba así, a mirar o a leer. Me hiciste acordar de eso, qué flash!
Igual hoy me llevo "ausencia que en mi mano / desata un temporal de dicha trunca" porque la subrayé, le hice un óvalo y le puse ajá...
Beso
San Montelpare
Hola San, cómo me gusta cuando pasas a leer con el lápiz de encerrar palabras.
Si, milagro, otra palabra increíble, de rima complicada, uno piensa en "magro", en Coninagro, ahora que el campo vuelve a estar en el tapete. :), pasa que las pocas palabras posibles que existen, resultan de por sí muy obvias y muy forzadas.
El umbral de la infancia, por cierto un clásico de aquellos con múltiples aplicaciones de espera y actividades varias.
Besos encerrados en óvalos de tinta azul.
Bueno, la asonancia tb es rima, aunque en soneto, sí que es más complicado.
Que nunca abandonemos un umbral, para volver de nuevo a él.
Abrazos, Amigo.
Si Guille con rima asonante es más sencillo y aquí el campo literarios se ensancha, también tengo sonetos asonantes, pero a veces querés usar la palabra "nunca", y tenés que morir en trunca. :) (en lunfa se podría usar la palabra "funca", que es muy gráfica y hermosa por cierto)
Un abrazo desde el umbral.
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